¿Cómo
enseñar a los niños y adolescentes sobre la importancia de la Higiene y el cuidado de su Cuerpo?
Hábitos de
Higiene
El que los niños adquieran actitudes y hábitos
adecuados en relación a la higiene personal, así como del entorno, es
importante dentro de las actuaciones de Educación para la salud que se realizan
en los centros docentes, en la casa y en las actividades sociales, sobre todo
con los más pequeños.
En la adquisición de estos hábitos juega un papel
fundamental la familia. El niño tiende a hacer aquello que ve, aunque en el
colegio se hable sobre higiene y se tengan establecidos unas serie de hábitos,
difícilmente llegarán a formar parte de su estilo de vida, si sus padres con su
actitud y comportamiento no contribuyen a ello. Es importante que el niño
disponga de todos los útiles necesarios para su aseo: jabón, papel higiénico,
cepillo de dientes, peine, toalla. Y que se sienta responsable de ellos. Si
come en el colegio sería interesante que dispusiera de una bolsita de aseo o al
menos manitas limpias, cepillo y pasta dental. Por supuesto, en el colegio debe
haber siempre papel higiénico, jabón y toalla.
Los padres y educadores se encuentran con frecuencia
con el problema de que los niños no quieren lavarse las manos o los dientes.
Hay que abandonar posiciones moralistas, en las que la limpieza es buena y la
suciedad es mala, es necesario insistir en la higiene del entorno y el aseo
personal como fuente de bienestar y vivencias agradables. Lavarse no es un
deber ingrato impuesto, sino algo que puede hacer que el niño se sienta a
gusto. No martillar al niño con conductas aconsejables, se debe dejar que el
niño experimente por sí mismo las diversas sensaciones, ensuciarse puede ser agradable
y lavarse luego también.
La limpieza no debe ser una obsesión ni para el
profesor ni para los padres, más que decirle al niño que no se ensucie, hay que
enseñarle a limpiarse, a mantener el entorno limpio y proporcionarle los medios
y el tiempo necesario para ello. La higiene es un concepto que va mucho más
allá de la limpieza o asco: Comprende otra serie de aspectos como el ejercicio
físico, la alimentación y el sueño. La higiene personal y del entorno es básica
para mejorar la salud. La limpieza aumenta la sensación de bienestar personal y
facilita el acercamiento de los demás y en consecuencia, las relaciones
interpersonales. El ambiente en que se desenvuelve el individuo debe reunir
unas condiciones higiénicas adecuadas (aireación suficiente, ausencia de
humedad y polvo, sistema de eliminación de aguas) para mantener un óptimo
estado de salud. Es importante que los niños aprendan a valorar el hecho de la
higiene como medida para el logro de un mayor bienestar personal con los demás.
Padres y educadores tienen un papel fundamental en la adquisición de estos
hábitos.
La buena higiene promueve la salud y el bienestar
personal, ayuda a mejorar la vitalidad del cuerpo y mantenerlo en un estado
saludable.
Los hábitos de higiene y salud ayudan al niño
a cuidad y a valorar su propio cuerpo y a percibir con
satisfacción la limpieza como bienestar personal. (por ello, es importante
crear hábitos de higiene en el niño, desde edades muy tempranas, les transmite
sensación de bienestar y de seguridad).
Higiene de la Piel
La piel constituye una de las primeras barreras del
organismo para defenderse de las agresiones del medio, es además un órgano de
relación porque en ella está el sentido del tacto.
El baño es importante para la limpieza de la piel, la estimulación y
la musculación del niño. Es preferible que el niño se bañe o sea bañado siempre
a la misma hora, es recomendable que sea por la noche ya que lo ayuda a
relajarse, y siempre antes de la cena o de la comida.
Conviene ducharse o bañarse al menos 2 veces al día.
Es recomendable en la mañana y en la noche.
En niños menores de 3 años es conveniente que sea
diario con jabones neutros. Es mejor utilizar nuestras propias manos
haciendo masaje, pero si se emplean manoplas o esponjas, deben ser de uso
individual. Es conveniente en niños menores de 2 años aplicarles crema
hidratante por todo el cuerpo para hidratarle y a la vez para masajear al bebé
o niño para ayudarle a relajarse y establecer contacto físico que les proporciona
seguridad, fomentando la relación afectiva con los demás niños y con los adultos.
En los adolescentes se recomienda que se duchen o
bañen al menos de 2 a 3 veces en el día en los países tropicales.
Es importante que mantengan una piel bien higiénica ya
que reduce la salida de arnés o granos
en el cuerpo.
Los desodorantes normalmente cambian el olor del
cuerpo por otro pretendidamente agradable, pero no deben usarse los anti
transpirantes ya que impiden la sudoración privando al organismo de los
beneficios que esta aporta.
Higiene de las Manos y Uñas
Las manos, por su relación directa y constante con el
medio, son uno de los más importantes vehículos de transmisión de infecciones.
Hay que lavárselas con agua y jabón:
- Al levantarse de la cama.
- Después de tocar animales
- Cada vez que estén sucias
- Antes de manipular alimentos
- Antes y después de curar cualquier herida
- Después de ir al inodoro
- Cuando se ha estado en contacto con posibles fuentes de contaminación y/o intoxicación (basura, estiércol, tierra, productos tóxicos...)
- Es importante lavarse las manos antes y después de cada comida.
- Es importante lavarse las manos antes y después de ir al baño.
Por ejemplo, hemos jugado en el parque con la tierra,
hemos estado tocando cualquier animal (perro, gato, etc), después de manipular
arcilla, plastilina, pinceles, etc.
Especial atención merecen las uñas ya que su
estructura hace que se acumule fácilmente la suciedad, esto hace necesario la
utilización de cepillo para limpiarlas. Es aconsejable cortárselas
frecuentemente. El corte debe ser de forma redondeada las uñas de las manos y
las de los pies el corte debe ser recto para no provocar uñeros. Esta actividad
debe de realizarse de 1 a 2 veces por semana en niños menores de 3
años, por su rápido crecimiento. Así evitaremos que se arañen o arañen a otros
niños y cojan enfermedades, ya que tienden a chuparse las manos con frecuencia.
Es aconsejable lavarse las manos con jabón, aclararse
bien y secarse correctamente con la toalla.
Es recomendable empezar este hábito y rutina entre los
12 y 18 meses, ayudándoles para que poco a poco lo puedan hacer ellos de forma
autónoma.
Higiene de los Pies
La limpieza de los pies merece un tratamiento
especial. Conviene lavar diariamente los pies, sobre todo en las épocas de
verano, por la sudoración excesiva que se produce, para no producir un olor
desagradable, y para que no aparezcan ampollas (por la poca ventilación
que tiene algunos calzados); haciendo especial hincapié en la limpieza entre
los dedos.
Las uñas de los pies deben cortarse después de la
ducha o baño y en línea recta para no producir encarnaduras.
Los zapatos deberán ser cómodos, preferentemente de
materiales naturales, para facilitar la transpiración y adecuados al tamaño del
pie, pues un zapato excesivamente amplio puede ser incómodo y dar lugar a
torceduras, por el contrario si es demasiado estrecho impide el
desenvolvimiento natural del pie, produciendo durezas, rozaduras e incluso
deformaciones (juanetes).
Higiene del cabello
El cabello se ensucia con mucha facilidad porque
retiene el polvo, las secreciones del cuero cabelludo y su descamación (la
caspa). En niños mayores 3 años, es recomendable lavarse la cabeza entre dos y
tres veces por la semana. Para la realización de una buena limpieza es
conveniente enjabonarse el cabello friccionando con la punta de los dedos (pero
no con las uñas) de manera prolongada. Al final se ha de aclarar bien para
asegurar que no haya quedado restos de jabón. Aunque hay que fomentar la
autonomía en el baño cuando son pequeños, esta actividad debe supervisarse por
el adulto para asegurarnos de que se ha llevado a cabo de forma adecuada.
Estas medidas generales deben de modificarse en
casos especiales como en el supuesto de existir piojos, dada la
facilidad de contagio y el hecho en que cualquier niño o adulto puede
adquirirlo.
Es probable que Siendo limpio, pueda ser
contagiado:
- Revisión periódica del pelo.
- Ante la aparición de piojos usar un champú o loción antiparasitaria adecuados, existen muchos en el mercado. Consulte a su farmacéutico y él le indiciará el más conveniente.
- El éxito del tratamiento radica en aplicar el antiparásito a todos los niños y adultos al mismo tiempo y repetir la operación de nuevo a la semana.
- El uso de champuses antiparasitarios de forma preventiva puede crear resistencia en los piojos y problemas de piel, por lo que no está recomendado.
Higiene
Bucodental
Introducir el hábito en edades tempranas ya que dicha
adquisición es importante para el futuro de su salud dental. Dicho hábito debe
introducirse sobre los 18 meses, sólo con el cepillo, sin aplicar pasta de
dientes para que vayan tomando contacto y adquiriendo el hábito. A partir de
los 3 años se puede utilizar pasta de dientes especial para niños, antes no es
conveniente aplicarla ya que ellos no son capaces de enjuagarse ellos solos y se
comen la pasta de dientes. Conviene cepillarse los dientes después de cada
comida, siendo el más importante el cepillado antes de irse a dormir, ya que es
por la noche cuando la proliferación de bacterias es más activa.
El cepillado será desde las encías hacia los dientes,
el cepillado será con movimientos pequeños y circulares, primero por fuera y
luego por dentro. Este hábito deberá estar supervisado por un adulto hasta los
7 u 8 años que ellos ya lo hayan adquirido.
Estos cuidados son básicos para producir bienestar,
mejorar las relaciones con otras personas evitando el mal olor de boca,
prevenir caries dental y posibles enfermedades.
Higiene del Vestido
Al igual que el cuerpo, y por estar en contacto con
él, la ropa y el calzado deben ser objeto de especial atención.
Es indispensable cambiarse de ropa después de la ducha
o baño. La ropa interior se deberá cambiar diariamente ya que puede estar sucia
porque los niños pueden no limpiarse bien. No se deber intercambiar ropa usada
con otros niños (pueden estar sudado, desprender malos olores, o enfermedades
que se trasmiten a través de parásitos y hongos).
Los niños/as deberán llevar ropas cómodas, no muy
ajustadas. De fácil lavado y adecuadas a cada momento y situación del día.
Para dormir tendrán que utilizar ropa amplia y
diferente a la usada durante el día. Se debe tener en cuenta la temperatura
ambiente y llevar ropa adaptada a la misma.
Los zapatos deben ser cómodos y adecuados al tamaño
del pie. Para mantener la higiene y duración del calzado, conviene limpiar,
cepillar y airear los zapatos con regularidad.
Conviene que el vestido esté limpio, y esté adecuado a
la estación del año en que nos encontremos, en invierno necesitaremos llevar
ropa de abrigo. El niño necesita llevar la misma ropa que el adulto. Es decir,
si nosotros sentimos frío nuestro hijo también lo sentirá. Si nosotros tenemos
una camiseta de manga corta y nos sentimos bien, el niño necesitará también
llevar una camiseta de manga corta (no necesita ir más abrigado por el hecho de
ser más pequeño).
En cuanto a la ropa interior bragas o calzoncillos y
se aconseja llevar camiseta interior para prevenir del frío.
Los Genitales
Los genitales, al estar tan próximos a los orificios
de salida de la orina y las heces fecales, son unas partes del cuerpo que
requieren especial atención. Tanto la vulva como el pene tienen una serie de
pliegues que hay que separar para lavarlos correctamente, ya que éstos
facilitan la acumulación de restos de orina y secreciones diversas.
Las niñas deben lavarse de delante hacia atrás; para
no arrastrar restos de heces a la vagina. La regla no contraindica la limpieza,
por el contrario, exige una mayor frecuencia.
Los niños deben bajar la piel del prepucio y limpiar
el glande.
Los desodorantes íntimos deben desecharse, pues pueden
alterar la mucosa vaginal y exponerla a infecciones.
Los Oídos
Se lavarán diariamente las orejas y el oído externo
con agua y jabón, evitando la entrada de agua en el oído medio, esto se
consigue inclinando la cabeza hacia el lado que se está limpiando.
Los bastoncillos de algodón se deben utilizar sólo
para secar los pliegues pero nunca para la limpieza del oído, ya que empujarían
la cera dentro, en lugar de eliminarla, y contribuye a la formación de tapones.
Si se observa en el niño/a la existencia de
secreciones, picor persistente, disminución de la audición es aconsejable
consultar al médico.
Los Ojos
Aunque los ojos tienen un mecanismo propio de
limpieza, construido por el sistema lacrimal se deben lavar diariamente con
agua. Especialmente al levantarse para eliminar las legañas producidas durante
el sueño.
Como medida de protección de los ojos hay que tener en cuenta:
- Usar una buena luz para estudiar y leer, que entre por la izquierda para los diestros y por la derecha para los zurdos. Si es artificial es aconsejable que sea de 60 vatios y color azul.
- No leer en vehículos en movimiento ya que provoca variaciones continuas en la distancia entre el ojo y el texto.
- Mantener una distancia adecuada cuando se utilizan ordenadores o se ve la TV (1,5 metros).
- Los padres y maestros pueden detectar deficiencias en la visión en los niños, observando su actitud en relación a la lectura, escritura y la pizarra.
- Es aconsejable que la visión sea valorada por el médico periódicamente y usar gafas en caso de estar indicadas.
La Nariz
La nariz, además de tener una función fundamental en
el sentido del olfato, interviene en la respiración. Acondicionando el aire
para que llegue a los pulmones con la temperatura y humedad adecuada y libre de
partículas extrañas. La producción de moco como lubricante y filtro para el
aire es importante, pero el exceso de mucosidad obstruye las fosas nasales y
dificulta la respiración. La limpieza de la nariz consiste en la eliminación
del moco y las partículas retenidas con el paso del aire. Esta eliminación debe
hacerse utilizando un pañuelo limpio y tapando alternativamente una ventana
nasal y luego la otra y sin expulsar el aire con mucha fuerza.
Un caso de obstrucción persistente se pueden hacer
lavados con suero fisiológico, echando unas gotas en cada una de las fosas
nasales, esto es recomendable hacerlo unas horas antes de las comidas, otra
medida es tomar vapores de agua, sin añadir ninguna otra sustancia, a menos que
lo indique el médico.
Los niños/as deben llevar siempre un pañuelo limpio y
evitar tocarse la nariz con las manos sucias, pues pueden producirse
infecciones.
Higiene en las Deposiciones o Evacuación
Hay que habituarse a defecar diariamente y conviene
que se realice a una hora fija, de lo contrario se produce con mayor facilidad
el estreñimiento. Este se evita con una alimentación rica en verduras, frutas
(excepto manzana y plátano) y otros productos ricos en fibra tales como: pan,
cereales integrales y agua abundante
Después de haber defecado hay que limpiarse bien,
utilizando papel higiénico suficiente, de forma que no queden restos (el último
trozo de papel usado deberá quedar limpio). Las niñas deben limpiarse hacia
atrás para no arrastrar restos de heces a la vagina. Inmediatamente después hay
que lavarse las manos con agua y jabón, esta medida es especialmente
importante, puesto que con ella se evitan ciertas enfermedades infecciosas que
se transmiten por vía oral-fecal a través de las manos.
Después de utilizar el wáter hay que tirar de la
cadena y comprobar que haya quedado limpio.
Higiene del Sueño
El sueño es necesario para que el cuerpo se
recupere de la actividad diaria. Las necesidades del sueño varían según la edad
y la actividad de los individuos (los niños/as de 4 a 10 años
necesitan aproximadamente 10 horas de sueño y los adolescentes de
11 a 18). A mayor actividad física y mental, número de horas 8 a
10.
La falta de
sueño produce en los niños fátiga, dificultad en el aprendizaje e influye
negativamente en su equilibrio personal.
Los niños/as deben de acostarse y levantarse todos los
días aproximadamente a la misma hora.
Hay algunos elementos y situaciones que facilitan el
sueño: una habitación silenciosa, oscura y aireada con temperatura moderada,
una cama dura y plana, cena ligera y bebidas no excitantes, actividades
relajantes antes de dormir (ducha, lectura).
Algunas normas higiénicas, enunciadas
anteriormente, y aplicables a esta situación son:
- Cepillarse los dientes antes de acostarse.
- Ponerse la ropa amplia y distinta de la que se ha usado durante el día.
- Lavarse al menos manos y cara al levantarse.
Higiene en el deporte
Al hacer ejercicio la sudoración aumenta por lo que
hay que ducharse después de practicar cualquier deporte.
Para hacer deporte hay que usar una ropa específica
que habrá que cambiar cuando haya finalizado el ejercicio. Lo mismo ocurre con
el calzado de deporte; si su uso se hace extensivo a todo el día se dificulta
la transpiración de los pies y se pueden producir infecciones en la piel. La
ropa de deporte será ligera para facilitar el movimiento y la transpiración.
Conviene no hacer deporte durante la digestión y tampoco con el estómago vacío,
asimismo, hay que evitar el sobreesfuerzo: el deporte debe ser adecuado a las
posibilidades del niño.
Higiene del juego
La actividad principal en la vida del niño/a es el
juego, y el juego implica la mayoría de las veces que se ensucien.
Este hecho debe ser aceptado por los adultos, que al
mismo tiempo deben enseñar a los niños que una vez concluido el juego, si es
necesario, hay que lavarse y cambiarse de ropa.
De todos modos debemos enseñar a los niños
a evitar:
- Jugar en lugares donde se acumulen basuras y desperdicios.
- Tocar objetos punzantes o que representen peligro.
- Jugar en zonas donde haya aguas estancadas.
- Beber aguas sucias o no potables.
- Chupar pegamentos.
- Usar gafas de plástico que perjudiquen la vista.
- Jugar en zonas de terreno con pozos, cuevas, cambios bruscos de altura o lugares próximos a carreteras.
- Haga pipí y, más adelante, cuando esté un poquito mayor, vuélvele a explicar cómo debe limpiarse de adelante hacia atrás.
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